El servicio al cliente es un aspecto crítico de cualquier negocio, especialmente en la industria minorista. Una experiencia positiva del cliente puede aumentar la lealtad a la marca e impulsar las ventas, mientras que una negativa puede dañar la marca y provocar el desgaste de los clientes. Una de las formas más efectivas de mejorar la experiencia del cliente es invertir en capacitación en atención al cliente.